domingo, 6 de marzo de 2011

El deshielo

Básicamente, durante el invierno, olvido que tengo pies y piernas. De hecho, a veces, llego incluso a olvidar que tengo cuerpo. Para nuestro cuerpo -si está más o menos sano y fuerte- es siempre verano o primavera. En cambio, en invierno, obviamente, nuestra ropa -y todo lo demás- es de invierno. Las capas de jerseys, los calcetines, las botas, las chaquetas, los abrigos, nos protegen del frío, pero también nos protegen de nosotros mismos, nos alejan de nuestro cuerpo. El frío también nos aleja de nuestro cuerpo. Y las ciudades, tal vez. Normalmente, unos hombros no se mueven igual con cinco jerseys encima que al aire libre, en medio de una calle llena de coches o al borde del mar. Y entonces, después de algunos meses, llega un día en el que nos sacamos la botas y los calcetines y ya no hace tanto frío y nos quedamos descalzas encima del sofá y descubrimos nuestros pies y nos preguntamos sin este año nos apetecerá pintarnos las uñas de rojo. Y reconocemos nuestros huesudos hombros. Y empezamos a pensar en cuales de nuestros tejanos sacrificaremos para convertirlos en pantalones cortos y llevarlos durante todo el verano. Y abandonamos los pijamas de hombre para volver a dormir con camisetas de tirantes y nada más. Y nos empezamos a preguntar dónde guardamos los trajes de baño del año pasado. Se llama el deshielo, quiere decir que el invierno ha acabado o está a punto de acabar, quiere decir que a partir de ahora, nuestro cuerpo volverá a ser nuestra prenda de ropa favorita.

3 comentarios:

  1. Sentir el deshielo es ver cómo el agua recorre el cuerpo para descubrirlo...aguas de lana que dejan espacio a aguas más transparentes, más ligeras...aguas de lino, aguas de algodón que se confunden con las gotas de rocío corporal que estimula el sol...pieles, espacios de mar y de sal, de luz y de calor...
    De descubrimiento...sí señor!
    Felicidades por esta entrada...es simplemente perfecta...

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  2. Querido Gil:
    Muchas gracias a ti por tus palabras.
    Un abrazo.

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  3. querida,
    yo ya me pinte las uñas de los pies de rojo, es fantastico. Maria Carolina.

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