Las camas: hechas.
El pelo: deshecho.
Las uñas: hechas.
Los labios: deshechos.
Las americanas: hechas.
Los vaqueros: deshechos.
La ropa interior: hecha.
Las camisetas: deshechas.
El amor: hecho.
El sexo: hecho y deshecho.
La cabeza: hecha.
El corazón: deshecho (pasados los 15 años, las personas con el corazón intacto son muy aburridas).
La foto: mi uniforme de verano: vaqueros deshechos, camiseta deshecha.
Feliz semana.
Bonito suelo, pero tiene que hacer mucho clac clac cuando caminas ¿no? Y con las birkenstock que llevas como para una sorpresa.
ResponderEliminarBesos,
Jajajaaaj. No, no hace ruido, es bastante silencioso. ¡Qué ideas tienes!
EliminarUn beso.
Quién no ha tenido alguna vez una cama deshecha o un pelo hecho sin querer, unas manos deshechas y sentirse avergonzada, unos labios intactos, no tener ni haber tenido nunca americanas, vaqueros demasiado deshechos, sin ropa interior, sin camiseta ni amor.
ResponderEliminarTambién pasa.
Pero como siempre tus posts son estupendos.
Elvira: sí, claro, tienes toda la razón. Mi cama, entre otras cosas, está siempre deshecha.
EliminarUn beso.
Coincido en casi todo, excepto en lo de los labios. Aunque pensándolo mejor, siendo mujeres hechas y derechas, no deberíamos tenerlo todo hecho ? Será que no queremos crecer?.
ResponderEliminarYo quiero tenerlo todo hecho el día en que me muera. Antes, no. Un beso.
Eliminar